Sabor... Café de Colombia

Osados colonos atravesaron las cordilleras occidental y central de Colombia, para ubicarse en sus laderas en procura del progreso y desarrollo de la región, que después de cien años, es considerada como la de mayor tradición. Sus pueblos son muestra de la arquitectura de la época, que mezclando guadua, madera y café, la distingue y diferencia del resto del país.
Viajar por sus carreteras invita a los turistas a deleitarse con el aroma del mejor café del mundo, a disfrutar de los recuerdos de arrieros, que a través de sus historias reviven el amor y respeto por la tierra.
El Eje Cafetero está conformado por los departamentos de Caldas, Risaralda y Quindío, y ha sido testigo de la prosperidad que el café produjo al país el siglo pasado y que en época de crisis, gracias a la perseverancia de su gente, se ha volcado hacia el turismo brindando a los visitantes toda la hospitalidad que identifica a sus pobladores. La ruta brinda a los turistas la oportunidad de alojarse en fincas cafeteras y desde la madrugada, participar de las actividades normales de un día en la región, comenzando con la visita a los cafetales, la recolección y finalizando con la preparación de un delicioso y típico café colombiano.

El Eje Cafetero posee una de las vías carrosables mejor conservadas e interconectadas del país y puede llegarse a esta zona desde diversos puntos, como de la ciudad de Pasto, desde Cartagena, Cúcuta, Bogotá. Por vía aérea, puede accederse a esta zona desde la capital colombiana.
Por tierra, se pueden visitar las poblaciones de Chinchina, Palestina, Neira, Salamina, Santa Rosa de Cabal, Filandia, Salento, Circasia, La Tebaida, Montenegro, Quimbaya, Córdoba, Pijao, Calarca, Cajamarca, que conforman la conocida ruta turística.